“…conozco la tramuntana. (…) Estas ventoleras deprimen, adormecen, encogen el cuerpo humano, producen protestas perfectamente inteligibles. La tramuntana es un mal negocio, porque es destructiva: es una fuerza cósmica superior a cualquier forma humana, una forma gratuita y negativa” – escribía Josep Pla. Y yo, querida Menorca, quiero conocer, quiero sentir tu tramuntana.