Hace ya bastante tiempo que quería escribir un post sobre Eduardo Galeano. Si no lo conocías, tal vez este sea un buen post para que engancharte a su forma de unir las palabras, a sus libros. Si lo conoces, creo que lo que viene a continuación te gustará.
“Si un libro se puede leer impunemente, no vale la pena tomarse el trabajo. Cuando los libros están de veras vivos, respiran; y uno se los pone al oído y les siente la respiración y sus palabras son contagiosas, peligrosamente, cariñosamente contagiosas…” (Eduardo Galeano)
Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto:
–La uva –le susurró– está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.
El otro día hice un viaje exprés, un viaje que apenas duró unas horas pero que me descubrió un mundo nuevo. Me fui a Ikea por segunda vez en mi vida. Solo dos horas dentro de sus instalaciones me hicieron darme cuenta de muchas necesidades que no sabía que tenía.
Entramos a por una cortina que sí que nos hacía falta, y salimos con 15 cosas más que no sabíamos que necesitábamos, pero Ikea se encargó de recordárnoslo (muchas gracias Ikea, no sé qué haría sin esas necesidades no necesarias). Al salir, una vez recorrido todo el camino entre despachos, cocinas, baños y habitaciones, con el carro lleno, llegamos al corazón de la gran empresa, sus almacenes. Y no pude evitar sacarles una foto.
Un corazón que a mí se me antojó frío, demasiado grande y sobre todo vacío, muy vacío, a pesar de todas sus estanterías llenas. Me pareció que esta imagen refleja muy bien el mundo en que vivimos. Vivimos rodeados de necesidades ficticias, y cuantas más satisfacemos otras nuevas van apareciendo (las necesidades son infinitas, como el pasillo de la foto) y, a pesar de todo, nunca conseguimos saciarnos (por eso el carro está vacío).
Y mientras salíamos, al dejar atrás muchas necesidades aún por nacer, no podía dejar de pensar en ese poema de Eduardo Galeano sobre El Sistema:
Los funcionarios no funcionan.
Los políticos hablan pero no dicen. Los votantes votan pero no eligen. Los medios de información desinforman. Los centros de enseñanza enseñan a ignorar. Los jueces condenan a las víctimas. Los militares están en guerra contra sus compatriotas. Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos. Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan. Es más libre el dinero que la gente. La gente está al servicio de las cosas.
La gente está al servicio de las cosas… ¡Ay, qué gran verdad! Es una pena que, por mucho que los adore, Eduardo Galeano y sus escritos nunca pasen de moda…
¿Tú también te has perdido por Ikea? ¿Qué necesidades te descubrió que no tenías cubiertas? ¿Caíste en ellas o conseguiste escapar únicamente con lo que querías comprar inicialmente?
¡Hasta la próxima y gracias por visitar este rincón!
Javier Villafañe busca en vano la palabra que se le escapó justo cuando iba a decirla. ¿Adonde se habrá ido esa palabra que tenía en la punta de la lengua? ¿Habrá algún lugar donde se juntan las palabras que no quisieron quedarse? ¿Un reino de las palabras perdidas? Las palabras que se te fueron, ¿dónde te están esperando?