Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto:
–La uva –le susurró– está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.(Eduardo Galeano)