¿Qué es eso de la Vélodyssé? Parece que los suscriptores de Gastando Suela tenían ganas de conocer un porque más sobre esto, ya que ha sido el post más votado de la semana. Así pues, hágase su voluntad: esta semana, volvemos a la Vélodyssé, ¿te vienes? La Vélodyssé es una idea de p*** madre si te gusta la aventura. Si cuando planeas un viaje lo haces intentando huir de lo típico en busca de algo más especial. Si te gusta la bici, los campings y el no tener cerrado el destino de cada día. Y, sobre todo, si te gusta el turismo sostenible. Pero bueno, casi que mejor si dejo de enrollarme y vamos al grano, que mucho bla bla bla pero aún no os he contado en qué consiste exactamente la Vélodyssée.
La Vélodyssée forma parte de una red de caminos que nacieron con el objetivo de conectar toda Europa en bicicleta. En concreto, esta ruta consta de 1200 km que recorren toda la costa Atlántica en Francia, conectando 3 grandes rutas diferentes. Desde Roscoff, en la Bretaña hasta Hendaya, en la frontera con nuestro querido País Vasco. Todo preparado y bien señalizado para que puedas recorrer toda la costa francesa sin problemas, ¿es o no es una idea perfecta?
La forma de vivir la aventura ya depende de cada uno. Sin embargo, hay un denominador común: la bici. Puedes llevarte tu propia bici o alquilarla allí para realizar parte del recorrido. A la hora de alojarte, puedes decidir si quieres ir de hostales/hoteles o cargar con saco de dormir y tienda de campaña para disfrutar de la libertad que te da el no saber hasta el último momento en qué camping dormirás. Dependiendo de la zona, hay más o menos campings, por lo que puedes improvisar más o menos. Nosotros fue esta última modalidad la que elegimos, ya que nos daba mucha más libertad para elegir el lugar donde dormir en función del cansancio de nuestras piernas y el dolor de nuestro culo.
Pues bien, en resumen, esto es lo que me dediqué a hacer durante una semana en agosto: pedalear, disfrutar de la gastronomía de la zona y dormir cada día en un camping diferente al lado del océano atlántico.
¿Quieres conocer un poco más de la experiencia de 6 días en bici? ¿Quieres saber cómo acabaron los culos del sillín y la espalda de las noches en el suelo? ¿Lo bien que comimos en la ruta o el carácter de los franceses que nos encontramos por el camino? Entonces atento al blog porque en los próximos posts iré hablando de cada etapa. Por ahora, aquí os dejo todas las preguntas que nos planteamos nosotros a la hora de planear el viaje y cómo las solucionamos.
¿Dónde puedo informarme de la ruta?
Esto puedes hacerlo directamente en la web oficial de la Vélodyssé. Ahí tienes todo, información sobre las diferentes etapas, la ruta, la disponibilidad de campings, hostales y hoteles a lo largo de ella, y también, tiendas de bici para alquilar o reparar. ¡No se puede pedir más!
¿Qué bici necesito?
El recorrido que nosotros hicimos era bastante sencillo, ya que prácticamente toda la ruta transcurre por vías verdes. Por lo tanto, con una bici de trekking da de sobra para recorrerlo.
¿Cómo puedo llevar mi bici hasta allí?
Depende del medio que elijas para desplazarte. La forma más fácil es ir en coche y llevarla en él. Pero seguramente no es la más práctica, dependiendo de la zona en la que vivas. La forma más común de desplazarse allí es o en avión o en tren, o incluso mediante una combinación de ambas.
En avión, tendrás que desmontarla bici y facturarla, ya que es imposible pasarla como equipaje de mano. Esto aumentará considerablemente el precio del vuelo por lo que, dependiendo del número de días que vayas a estar, yo te recomendaría alquilar.
Si decides ir en tren, es bastante más que probable que te toque desmontar la bici igualmente y llevarla en la bolsa adecuada. Nuestra experiencia en Francia nos demostró que no es tan fácil viajar en bici en el tren, ya que las plazas son muy limitadas (máximo de 5 y no en todos los trenes).
No tengo bici, ¿puedo alquilarla a lo largo de la ruta?
Esta fue la opción que escogimos nosotros. Contactamos con una empresa llamada ‘France Vélo’ con la que acordamos que nos trajeran las bicis a la estación de trenes de Nantes el día que llegábamos y luego las recogieran en La Rochelle, unos 335 km al sur, 6 días después. El precio de este servicio era de 90 € por persona los 6 días, unos 15 €/día, no está mal ¿no? Además, el alquiler incluía casco, alforjas, kit antipinchazos, bombín par hinchar las ruedas y candado antirrobo. La verdad es que el candado no era gran cosa, de hecho, no se me ocurriría atar mi bici en Valencia con uno de esos ni loca. Sin embargo, durante la ruta cumplió su papel. ¡Ah! Y la compañía también ofrecían la posiblidad de hacerse cargo del transporte del equipaje etapa a etapa.
Todo era muy fácil, tanto que yo no acababa de fiarme de que fuera a salir bien hasta que llegamos allí y ví las bicis. Al final, tuvimos que cambiar el lugar de recogida y acabaron cobrándonos un extra por el cambio de 10 € por cabeza (40 € en total). De todas formas, la bici estaba muy bien y valía la pena.
Quiero ir de camping, pero no sé si puedo llevar la tienda de campaña en el avión sin facturarla. ¿Puedo hacerlo?
La respuesta es que sí, siempre y cuando cumpla con las dimensiones de equipaje de mano permitidas por la compañía. Eso sí, tendrás que dejarte las piquetas en casa, porque eso no te van a dejar pasarlo.
Y hasta aquí, todas las dudas que nos surgieron a la hora de preparar el viaje. Si se te ocurre alguna más, escríbeme. Te contestaré y además la incluiré en el post 😉
Y ahora sí, ¿estás preparado para venirte a viajar conmigo a la Vélodyssée? Próximamente, detalles de la ruta que seguimos. ¡Hasta la próxima y muchas gracias por leer! 😉
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One thought on “La Vélodyssée: cicloturismo en Francia.”