El 2023 está siendo un año repleto de viajes, y recientemente en septiembre he pasado unos días en Chipre. En este post te cuento que puedes hacer si visitas el oeste de esta isla mediterránea en Oriente Medio, la ciudad de Paphos y alrededores.
Chipre, es la tercera isla más grande del Mediterráneo. Históricamente disputada entre griegos y turcos, en la actualidad, la isla está todavía dividida. Por un lado, la República de Chipre, un estado reconocido y miembro de la UE, controla dos tercios de la isla. El otro tercio de la isla, el norte, es lo que se conoce como la República Turca del Norte de Chipre, un territorio solo reconocido por Turquía. Además, existe una zona de separación controlada por la ONU y dos bases militares británicas (Akrotiri y Dhekelia).
Así que, como puedes ver políticamente la isla es un poco caos, pero visitar Chipre es seguro. De hecho, se puede cruzar a la parte ‘turca’, eso sí, con pasaporte. La capital, Nicosia, es la única ciudad europea que sigue dividida. Aunque en este viaje nos vamos a centrar en Paphos y alrededores que es lo único que nos dio tiempo a visitar.
Día 1: Paphos
Si viajas a Chipre, y tienes pensado recorrer la isla y no quedarte todos los días en un resort… lo mejor será que alquiles un coche. Eso sí, debes tener en cuenta que en Chipre conducen por la izquierda, lo que puede llevarte algún que otro susto.
Las carreteras en Chipre están bien. Hay una autopista que conecta las principales ciudades de la isla: Paphos, Limassol, Nicosia y Larnaca. Pero es cierto, que para el resto de destinos en el interior del país, las carreteras secundarias son más lentas. La velocidad máxima está entre los 60-80 km/h y nos sorprendió la cantidad de badenes, que te obligan a frenar constantemente. Así que, calcula que aunque la distancia no sea mucha en km, te llevará algo más de tiempo del habitual.
Además, necesitarás un adaptador de corriente, ya que también usan el modelo británico. Como ves, la isla está muy influenciada por el Reino Unido… pero al menos usan el Euro. Salvo que quieras cruzar a la parte ‘turca’ donde utilizan la lira turca.
Paphos es junto a Ayia Napa, una de las zonas más turísticas del país. La zona está llena de resorts, apartamentos y hoteles. Además, hay un par de calles con numerosos pubs y karaokes con bastante influencia británica. Paphos, cuenta con algunos sitios interesantes que no deberías perderte:
- Tomb of the Kings: se trata de una antigua necrópolis con varios conjuntos de tumbas donde se enterraba en la antigüedad a personas relevantes de la época. Ticket: 2,50€
- Sitio arqueológico de Nea Paphos: uno de los conjuntos arqueológicos más grandes de Chipre, con ruinas y mosaicos de la antigua civilización griega y romana. Tanto este conjunto arqueológico como Tomb of the Kings han sido declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Ticket: 4,50€
- Kato Paphos: la zona del puerto está llena de bares y restaurantes para cenar y tomar algo después de un día de playa.
- Aphrodite Waterpark: uno de los parques acuáticos más grande de Europa. Ticket: 17€
Aparte de eso, Paphos no tiene mucho más que ver y es más un sitio que sirve de ‘campamento base’ para pernoctar y explorar la isla.
Día 2: Akamas National Park
Una de las excursiones típicas desde Paphos es visitar el parque nacional de Akamas. Si vas con un coche alquilado, puedes empezar dirigiéndote a los Baños de Afrodita, cerca de la localidad de Latsi. Cuenta la leyenda que la diosa Afrodita solía bañarse en esta piscina natural. La entrada es gratuita, y recomiendo hacer la visita por la mañana para que el sol incida sobre el estanque, ya que por la tarde todo está más oscuro y no llama tanto la atención.
Desafortunadamente, todos los caminos son de pista y es bastante desaconsejable entrar con un coche alquilado, salvo que sea un 4×4 o un Jeep. Desde los Baños de Afrodita, hay un camino de pista que lleva hasta la Blue Lagoon, una playa de aguas de azul turquesa, más propias del Caribe que del Mediterráneo. Nosotros tuvimos que hacerlo andando, y la verdad es que se tarda un poco (1h 15′), ya que son unos 5,5 km. Como hacía bastante calor, tuvimos que parar a mitad en una bonita gruta que descubrimos. Pero, en general, aunque el camino se hace un poco pesado, mereció la pena y la Blue Lagoon hace honor a su nombre.
Otra opción para visitarla, es contratar un tour en el que te llevan en barco, bordeando la isla desde Paphos o Latsi.
De vuelta a Paphos, hay otros sitios de interés en los que es interesante pasar:
- Lara Beach: una recóndita playa de arena que está en las listas de mejores playas de Chipre.
- Adonis Bath Waterfalls: se trata de otra piscina natural con una cascada en la que te puedes bañar. Eso sí, hay que pagar 10€ de entrada.
- Olive Tree Beach: nosotros paramos en esta preciosa playa de acantilados blancos, en una zona tranquila que forma parte de un resort. Hay un paseo sobre los acantilados y es un sitio perfecto para ver el atardecer.
- Naufragio Edro III: otra opción es ver este antiguo barco naufragado en 2011.
Como fuimos en septiembre, y sobre las 19h ya empezó a hacerse de noche, decidimos simplemente quedarnos en la Olive Tree Beach hasta el atardecer y regresar a Paphos para cenar.
Día 3: Ancient Kourion y Aphrodite’s Rock
Para el último día, en vez de dirigirnos al norte de Paphos, ponemos rumbo al sur. Tomamos la autopista A6 en dirección a Limassol hasta llegar a Ancient Kourion. Otro sitio arqueológico con mosaicos, un anfiteatro restaurado y restos de la antigua ágora del período helenístico, basílicas cristianas y baños romanos. En el sitio se puede aparcar tras comprar la entrada (4,50€) y se puede visitar el complejo al completo en 1h o así, depende del tiempo que quieras dedicar y el calor que haga.
Nuestra siguiente parada fue el Templo de Apollo Hylates, que se encuentra a menos de 5 minutos en coche de Kourion y para el que también hay que pagar entrada (2,50€). Es un complejo bastante más pequeño que Kourion y destaca por las ruinas del antiguo templo de Apolo.
Por último, en el camino de vuelta a Paphos, paramos en Aphrodite’s Rock. Se trata de una playa, con varias formaciones rocosas donde se dice que nació la diosa Afrodita. Es una playa con bastantes turistas y por ello, menos tranquila que otras en la zona.
Después de estar un rato en la playa, decidimos volver al apartamento y pasar la tarde tranquilamente en la piscina. Como solo fuimos para un fin de semana, tampoco nos dio tiempo a visitar muchos más sitios. De todas formas, con este itinerario cubrimos los principales sitios de interés en la costa oeste de Chipre. Si vas para algunos días más, no dudes en pasar un día en las montanas del interior y descubrir la Chipre más rural en pueblos como Troodos u Omodos, contemplar las vistas desde lo alto del Monte Olimpo y visitar el monasterio de Kykkos.
Gracias a esta escapada de fin de semana, pude alargar un poquito el verano. Sin duda, Chipre es un gran destino veraniego que me sorprendió bastante y se sale fuera de los sitios habituales del Mediterráneo. Para la próxima, tocará visitar la parte este de la isla, Nicosia y Ayia Napa.