Islandia, el país ‘ártico’, llevaba años en mi ‘bucket list’ de destinos y por fin este 2023 he podido conocer y explorar esta remota isla del Atlántico. Eso sí, nunca pensé que me atrevería a ir yo solo! En este post, te cuento como organicé el viaje y todo lo que pude hacer y visitar en los cinco días que pasé en el país. Como hay mucho que ver y contar, dividiré el artículo en dos partes. Estrenamos nuevo destino en el blog!
Reykjavik, capital vikinga
Tras independizarse de Dinamarca en 1944, Islandia pasó a ser una república. De hecho, actualmente es considerado el país más liberal y progresista del mundo. La población, que se ha ido incrementado en los últimos años, es de casi 380.000 habitantes. Aún así, dado que la mayoría de ellos vive en el área metropolitana de la capital, Islandia es uno de los países con menor densidad de población del mundo. El turismo ha ido creciendo de forma notable desde la erupción del volcán Eyjafjallajökull en 2010, que causó la cancelación de más de 100.000 vuelos y puso al país en el mapa para muchas personas.
La única forma de llegar de forma cómoda, es en avión al aeropuerto internacional de Keflavik. Desde Madrid hay vuelos directos operados por Iberia y por la aerolínea islandesa Play de unas 4h 20′ de duración. Este pequeño aeropuerto se encuentra a unos 50km de la capital islandesa. Si tienes pensado alquilar un coche durante tu viaje, seguramente lo obtengas ya en el aeropuerto y sea tu forma de llegar a Reykjavik. En mi caso, utilizé el autobús. Hay compañías privadas que ofrecen el trayecto cada hora por unos 26€ y también el autobús público 55 conecta con la capital por unos 12€.
Por cierto, aunque Islandia está dentro del espacio Schengen, no forma parte de la UE. La moneda local es la corona islandesa (ISK) y actualmente 1€ equivale a unas 143 ISK. De todas formas, no necesité sacar efectivo y pude pagar en todos los sitios con tarjeta.
Debido a los prohibitivos precios de los hoteles en Islandia, yo me alojé en un hostel. En concreto, en el Kex Hostel. En general, en la capital no hay muchos donde elegir y siguen siendo caros para tratarse de un hostel. Aunque el precio depende de la temporada en la que vayas, yo pagué unos 70€/noche en un dormitorio de 6 camas a finales de julio. Aún así, la forma más económica de alojarte en el país, salvo que hagas camping. Y si viajas solo, es también la mejor forma de conocer a otros viajeros como tú!
La capital es relativamente pequeña y se puede ver en un día. Los únicos monumentos de la ciudad son la llamativa iglesia Hallgrimskirkja y el moderno Harpa, una sala de conciertos y conferencias con fachada de cristal. Aparte de eso, es interesante recorrer la extensa calle principal Laugavegur, la zona del puerto y las plazas alrededor del ayuntamiento y el pequeño lago Tjörnin.
Además, la capital cuenta con varios museos, siendo Perlan el que más destaca y el único que visité. Este moderno museo que parece un observatorio cuenta un poco sobre la historia de los volcanes, glaciales, fauna y flora de Islandia. Cuenta con una recreacción bastante impresionante de una cueva de hielo que recrea las profundidades de un glacial y en la cúpula del edificio hay un restaurante/café con vistas 360° de la ciudad. La entrada es muy cara (35€) pero es posible pagar por entrar simplemente a la zona de la cúpula por unos 7€ y si tienes algo de ‘suerte’ como yo, entrar a la cueva de hielo sin que te pidan el ticket 😉
Si quieres sentirte integrado con los locales no te pierdas la playa geotermal de Nauthólsvik, cerca del museo de Perlan. Cuenta con una mini piscina de agua caliente, sauna, duchas y si te atreves puedes bañarte en las frías aguas del Atlántico, en la playa de arena.
Comer en la mayoría de restaurantes en Islandia es prohibitivo para la mayoría de los mortales. Y es que sí, Islandia es muy cara! Antes de ir debes saber dónde estas yendo, ya que seguramente no quieras comer y cenar sandwiches durante una semana tampoco, no? Cheeseburger con patatas? 27€! Fish and chips? 22€! Y ya, si sumas bebida como cerveza o vino al menú, el precio puede muy fácilmente superar los 35€ por persona… Avisado estás!! Pero sí quieres probar la comida local, a mí me gustaron mucho los siguientes sitios:
- Íslenski Barinn, un restaurante de comida local, donde me atreví a probar la carne de ballena. Pero si tienes un estómago de acero puedes atreverte con la cabeza de cabra, también.
- Pósthús Food Hall, se trata de un edificio con varios tipos de restaurantes, estilo food trucks. Yo probé las hamburguesas de Yuzu Burger, pero ha también sushi, pizza, tacos…
- Brauð & Co, es una cadena de panaderías donde puedes probar dulces típicos del país y de la cultura escandinava, en general. No te pierdas los cinnamon rolls!
- Hús máls og menningar, esta librería de nombre impronunciable cuenta con música en directo cada noche, al menos en verano y está en Laugavegur, donde se encuentran la mayoría de bares y pubs para tomar algo después de cenar.
Puedes consultar todos los sitios que menciono de la capital en el mapa!
Día 1: recorrido por la costa sur
En mi caso, contraté tours guiados para recorrer la isla. Los contraté vía la web de GetYourGuide o Viator. Los tours están muy bien, y al final es la única alternativa para moverte por la isla si no quieres alquilar un coche. El guía va parando en los puntos principales del tour dejando un tiempo libre en cada sitio para que cada uno lo disfrute a su aire. El tour por la South Coast me encantó, fuimos desde Reykjavik hasta el pueblo de Vik y vuelta, parando en:
- Seljalandsfoss y Gljufrabui: la primera es una de las cascadas más famosas de Islandia, y es que puedes caminar por detrás de ella. La segunda es una cascada oculta dentro de un estrecho cañón que no formaba parte del tour, y descubrí por casualidad.
- Eyjafjallajökull Info Point: pequeña parada en la carretera para observar el glaciar dónde se encuentra el famoso volcán que colapsó el tráfico aéreo en 2010.
- Skógafoss: otra espectacular cascada. Aunque las vistas desde abajo ya son espectaculares, hay unas escaleras anexas que te permiten subir a lo alto de la cascada y al valle.
- Sólheimajökull: se trata del cuarto glacial más grande del país. Es realmente espectacular, y se puede incluso en algunos tours caminar sobre el glacial. Eso sí, debes ir con un guía, con crampones y mucho ojo, ya que puede haber profundas grietas.
- Solheimasandur Plane Wreck: aquí hago un poco de trampa, porque esto no estuvo incluido en el tour. Pero la guía nos contó, que dejando el coche en la carretera, se puede andar hasta los restos de un avión que accidentó.
- Vik y Reynisfjara Beach: otra parada del tour fue el pueblo de Vik, donde paramos para comer y la espectacular playa de arena negra. Donde si tienes suerte, puedes en verano, ver puffin o frailecillo en español, una de las aves más características del atlántico.
- Desde Vik además puedes observar el volcán Katla cubierto por el glacial. Katla es uno de los volcanes activos más famosos en el mundo y se prevée que una futura erupción pueda causar terribles inundaciones, un tsunami y colapsar el espacio aéreo durante semanas… Espero que no te pille en tu visita a la isla!
El orden de las paradas en el tour fue distinto, ya que luego desde Vik regresábamos a Reykjavik. Pero este sería el orden que deberías seguir si alquilas un coche y luego duermes en la zona de Vik.
Hasta aquí la primera parte del viaje a Islandia, en el segundo post te hablaré sobre los siguientes días de tours: el Golden Circle, Blue Lagoon y la pérdida península de Snæfellsness. Puedes leerlo aquí.