Soy adicta a las listas, lo reconozco. Me encanta apuntarme todas las cosas que he de hacer cada día, aunque solo sea por el placer de poder tacharlas una a una. Para todos los aficionados a hacernos listas llega un momento que estas están tan emborronadas o se han hecho tan largas, que lo mejor acaba siendo empezar una nueva para reorganizar las ideas, y está bien que esto pase también con la vida: Año nuevo, lista nueva.