En el verano de 2019 decidimos repetir experiencia furgonetera y volvimos a poner rumbo al norte. Si el año anterior nuestro destino había sido la costa gallega (haciendo click en el enlace podéis ver nuestra ruta), este año decidimos poner rumbo a la provincia vecina: Asturias. Nuestro paso por Asturias se dividió en dos partes: mar y montaña. En este post os cuento cómo fue la primera de ellas, nuestra experiencia de 4 días en Picos de Europa. 4 días entre refugios, vacas, niebla, piedras y, por supuesto, cuando la niebla nos daba un poco de tregua, paisajes brutales. ¡Allá vamos!
No soy ni de lejos una experta montañera, pero me gusta la montaña, y me gusta escaparme cada año algunos días y dedicarlos a hacer rutas, algunas veces de refugio en refugio (como la de Aigüestortes o esta del Anillo Vindio) y otras con un punto fijo al que volver a dormir cada noche (como en Ordesa, Benasque o en el Pirineo Navarro). Para mí, lo mejor de la montaña es la desconexión de tu rutina para conectar con algo más. Olvidarte de todo lo que te rodea y centrarte solo en la ruta, en el camino y en los paisajes que vas descubriendo. Sentirte pequeña ante tanta belleza, sentir que has encontrado tu lugar.
Es por eso que en las vacaciones de este año no podía faltar una escapada de este tipo, o dos si tenemos en cuenta la del Pirineo Navarro. Como teníamos tiempo, furgoneta, ganas y curiosidad, decidimos poner rumbo a Picos de Europa. Teníamos ganas de una ruta de refugio en refugio. Los lagos de Covadonga en pleno agosto se nos hacía algo demasiado turístico, así que hicimos búsqueda y a través de la web El Anillo de Picos descubrimos la ruta que mejor encajaba con nuestro plan y nivel físico: el Anillo Vindio.
Se trata de una ruta de alta montaña que discurre en gran parte fuera de caminos, lo que exige cierto conocimiento de la montaña. Nosotros, que somos unos aficionados y no nos veíamos capaces de hacer la ruta por nuestra cuenta, decidimos el pack del Anillo Vindio con guía a través de la web, con lo que además quedaban reservados los refugios y la media pensión (¡qué cenas!).
Picos de Europa: Los tres macizos.
Antes de seguir, pongámonos en contexto. Para los que, como nosotros, sois nuevos en Picos de Europa, leed este apartado. Los que no, podéis saltároslo perfectamente e ir directamente a la ruta 😉
Los picos de Europa están divididos en tres macizos: el macizo Occidental (o de Cornión), el macizo Central (o de los Urrieles) y el macizo Oriental (o de Ándara). Estos macizos están definidos por los diferentes ríos que los atraviesan, así por ejemplo, el Cares, que da lugar a una de las rutas más populares se encarga de separar el macizo Occidental y Central, mientras que el Duje separa los otros dos.
Nosotros, dado que era nuestra primera vez en Picos de Europa y nuestra segunda vez en rutas de alta montaña nos decidimos por la de menor dificultad, la que rodea el Macizo Occidental y que se conoce como el Anillo Vindio.
Campo base: Posada de Valdeón.
Al iniciar la ruta desde Caín, nuestra entrada a los picos de Europa fue por el sur, por León. Hicimos base en Posada de Valdeón, que cuenta con un parking municipal para autocaravanas con lo básico: agua potable, gestión de aguas residuales y también baño y duchas comunes para los usuarios. Eso sí, cuando estuvimos nosotros la ducha era con agua fría. Lo mejor sin duda, las vistas a los Picos de Europa. Os dejo aquí el enlace con las condiciones de uso, ya que debido a la situación excepcional de este año, han tenido que cambiarlas con respecto a las del año pasado.
Día 1: Caín – Refugio de Vega de Ario.
Quedamos con el que iba a ser nuestro guía para empezar la ruta desde Caín, un pequeño pueblo situado al inicio (o final, según de donde vengas), de la Ruta del Cares. Existe la opción de hacer andando el camino entre Caín y la Posada de Valdeón, nosotros no lo hicimos porque era añadir 9 km y 480 m de desnivel a un primer día que de desnivel venía bien servido. De todas formas, si os veis con canas y os interesa ampliar un poco más, os dejo este enlace de Desnivel explicando la ruta Posada de Valdeón – Caín.
Empezamos pues, la ruta en Caín. Serían un total de 9.02 km hasta llevar al Refugio Vega de Ario y con más de 1500 m de desnivel positivo. Aunque no es complicada técnicamente, sí que exige a quien la vaya a realizar que esté un poco en forma.
Esta ruta discurre por parte de la Ruta del Cares, hasta llegar al Puente de Bolín, momento en el que decimos adiós a la ruta llana y preciosa del Cares para internarnos en la Canal de Trea, 1200 m de desnivel en 6 km. Se acabó lo bueno. La subida se hace entre piedras por una pequeña senda más o menos visible. Con lluvias y mal tiempo no se recomienda transitar por esta zona.
Una vez arriba nos separan unos cuantos kilómetros más. Aunque, después del ascenso por la Canal de Trea, todo se hace más fácil. La única dificultad en esta segunda parte es que no hay camino y la guía son los hitos, que nos dirán por dónde ir hasta llegar al refugio. En nuestro caso, después del ascenso todo se llenó de niebla, por lo que resulta bastante fácil desorientarse si no conoces la montaña. Aquí tenéis la ruta desde Wikiloc.
Día 2: Vega de Ario – Vegarredonda.
Dormimos como troncos, soñando con La Canal de Trea, y después del gran desayuno, ya estábamos preparados para empezar nuestro segundo día. Este se preveía más suave que el anterior, ya que apenas 9 km nos separaban de nuestro siguiente refugio, aunque las condiciones (niebla y lluvia) y los caminos (casi inexistentes y entre piedras resbaladizas), hizo que, al menos para mí, se hiciera más duro que el día anterior.
Para ir de Vega de Ario a Vegarredonda hay dos opciones, la que hicimos nosotros y que sería incapaz de reproducir sin nuestro guía. O una más larga (hasta 17 km), que bordea el lago de Enol, y que a nivel técnico resulta más sencilla ya que discurre por caminos más sencillos y fáciles de recorrer. Con el mal tiempo que tuvimos, no pudimos disfrutar demasiado de las vistas que, según nos dijeron, no te dejan indiferente. De todas formas, eso no quitó que la llegada al Refugio de Vegarredonda, para la que tuvimos que bajar unos 300 m, fuera menos espectacular.
La ruta que hicimos podéis encontrarla aquí. La que podríamos haber hecho a través de los lagos la tenéis en este otro enlace.
Día 3: Vegarredonda – Vegabaño.
Penúltimo día de ruta, y nos disponíamos a cerrar el círculo del Anillo Vindio. Este día, nos esperaban 17 km por delante, con un desnivel de ascenso de 1200 m y uno de descenso de 1400 m (teníamos que salir de los Picos y acabar durmiendo con vistas a ellos).
La etapa comienza fuerte, para despertarte bien por si todavía estabas dormida. Había que recuperar los 300 m bajados el día anterior para llegar al refugio, y añadile unos 400 más. Poca broma para empezar el día. Eso sí, el tiempo nos dio una tregua y decidió compensarnos la jornada anterior, por lo que pudimos disfrutar de las vistas durante prácticamente todo el recorrido.
Pasamos por varios tramos, zonas de verdes prados con sus vacas pastando a sus anchas, zonas de piedra blanca que terminan con una gran bajada para llegar al último refugio. La bajada es bastante dura, por las piedras que resbalan y porque se alarga bastante, sin embargo, las vistas de vértigo a los bosques donde se encuentra el refugio de Vegabaño en el que pasaremos la última noche compensan el esfuerzo.
Y qué decir del último refugio. Sin lugar a dudas el mejor de los tres, especialmente por esas duchas nudistas con vistas a los picos. Aquí os dejo la ruta de Wikiloc.
Día 4: Vegabaño – Posada de Valdeón.
Tocaba ya despedirse y, después de las etapas de los días anteriores, esta fue un regalo. Todo era camino, sin piedras resbaladizas, sin sol, sin niebla y pensando ya en la cerveza y el chuletón que nos íbamos a tomar al llegar a Caín. En total, 10 km que realizamos en apenas 3 horas, sin apenas desnivel, y con la alegría de haber completado el Anillo Vindio.
En definitiva, si os gusta la montaña y tenéis ganas de superaros y disfrutar, os recomiendo el Anillo Vindio. Si lo hacéis hacedlo con cabeza, sed conscientes de vuestras limitaciones y sobre todo, recordad que la basura que se genera en la montaña siempre tiene que bajarse, así que en vuestra mochila no olvidéis la bolsa para haceros cargo de ella.
¿Conocíais esta ruta? Tenéis más fotos de todas nuestras rutas en el perfil de Instagram. 😉
Hola buenas tardes; muchas gracias por compartir, pero estoy mirando y creo que la ruta vega de ario-vegarredonda está al contrario ¿me equivoco?. Empiezo el vindio en breve pero el primer día quería hacer desde cain a Vegarredonda, espero que el tiempo acompañe (que no llueva). Un saludo y gracias por este excelente post.