#TuitQuedadaMicológica en Navaluenga.

Parece que de primeras veces iba el juego… Era nuestra primera vez en Navaluenga. Es más, era nuestra primera vez en la provincia de Ávila, nuestra primera vez en Castilla y León. Ya puestos, era también nuestra primera vez participando en la #TuitQuedadaMicológica y, como no podía ser de otra manera, no podía haber ido mejor…

La #TuitQuedadaMicológica es obra de Daniel López (@gredosdaniel). Dani es quien se encarga, desde hace cinco años de organizar el evento que reúne tanto a amantes de la micología, como bloggers o tuiteros. Es una especie de Quijote moderno a quien, en un no tan lejano 2012 se le ocurrió la idea de organizar una #TuitQuedadaMicológica para unir redes sociales con la promoción de su tierra y la micología… Cinco años depués, esta es la V edición y, el asunto, lejos de estancarse parece que no para de crecer. Este año, la #TuitQuedadaMicológica consiguió más de 14.5 millones de impactos en las redes sociales. ¡Casi nada!

Pero, ¿exactamente qué es lo que se hace en una #TuitQuedadaMicológica? Como habrás adivinado, de tuits va el juego, y es por eso que a golpe de tuits te contaré el fin de semana en Navaluenga. Así que, ¡allá vamos!

El lugar de encuentro: Navaluenga

Empezaremos hablando del lugar de encuentro. Este año la #TuitQuedadaMicológica tuvo lugar en Navaluenga, un pequeño pueblo situado en la Vega del Valle del Alberche, cerca de la Sierra de Gredos y a escasos 30 minutos de la ciudad de Ávila.

Nuestro alojamiento se encontraba en el mismo pueblo: unas casas rurales gestionadas por Rodrigo Martín (@NAVALUENGA) con espacio de sobra acogernos a todos, piscina climatizada (que solo un valiente se atrevió a probar) y zona de barbacoa, entre otras cosas.

Naturaleza y alrededores: Valle de Iruelas

La micología es la excusa perfecta para entrar en contacto con la naturaleza. Guiados por Ántonio Hernández (@ecoturnava), experto en micología y, según pudimos comprobar, también en barbacoas. Nos adentramos en el paraje de la Lobrea, en el Valle de Iruelas, armados de cesta, navaja y permiso (5 € por persona y día) a la búsqueda de setas. Con su ayuda pudimos clasificar todas las setas que encontramos, aunque las pocas lluvias de este año hicieron que el número de setas que encontramos fuera bastante bajo.

Aún así, pudimos conocer la Macrolepiota Procera, una de las muchas variedades comestibles que se reproducen en el valle y que es la modelo del siguiente tuit. Aprendimos también que hay que ser respetuosos con el entorno, ya que no todo vale para coger setas.

Lo bueno, es que también pudimos recorrer el Valle de Iruelas y, por primera vez para Carlos y para mí en este año, sentir el otoño. ¡Todo un lujo vivirlo en un lugar así! Además, íbamos acompañados de Alejandro, de la Fundación Patrimonio Natural, para contarnos un poco sobre las características naturales y geológicas del enclave escogido para la V #TuitQuedadaMicológica.

Pero Navaluenga y su entorno, no son solo privilegiados durante el día, también lo son durante la noche. Roberto Rodríguez (@RRP_Roberto) nos presentó el proyecto ‘Night Light‘ de Ávila, que pretende recuperar el cielo: hacernos conscientes de todo lo que nos perdemos por culpa de la contaminación lumínica, de la que somos tan ajenos, y promover un turismo para contemplar las estrellas y constelaciones. Esa noche, solo algunos valientes (porque había que ser valiente o de Ávila para salir con ese frío a fotografíar estrellas) se atrevieron a salir por la noche a la búsqueda de la mejor foto de la Vía Láctea. ¡Y lo lograron!

La dieta

Comer es algo que en Ávila se toman muy en serio, y pudimos comprobarlo desde el primer momento. Llegamos viernes por la noche a Navaluenga, y empezamos con algo ligerito: una barbacoa de productos de Ávila. Para hacer apetito, algo ligero. Empezamos con las morcillas de Sotillo (@morcillasotillo), hechas de manera artesana,  y queso Valdecabras (@queseriavaldecabras). Seguimos con hamburguesas de Carne de Ávila (@CarneAvilaIGP) y terminamos con un toque dulce aportado por Santa Teresa Gourmet (@Santa_Teresa). Con todo esto, ya estábamos más que preparados para irnos a dormir y coger fuerzas para lo que nos esperaba al día siguiente.

El desayuno es la comida más importante del día, y Soles de Gredos (@solesdegredos) nos ayudó a darle la importancia que se merece 😉

Después de toda la mañana buscando setas y paseando por el Valle de Iruelas, ya habíamos hecho algo de hueco en el estómago para seguir degustando la gastronomía del lugar. Aunque he de reconocer, que el mío todavía no estaba preparada para la ‘chuletita’ que nos pusieron para comer 😉

Para bajar el famoso Chuletón de Ávila, nos fuimos a conocer la Bodega Garnacha Alto Alberche (@7navas), pues no todo va a ser comer, también hay que hidratarse. Allí estaba Rafael, socio de la bodega, que nos hizo un recorrido por ella y nos transmitió la pasión y el cariño con el que decidieron impulsar este proyecto.

Una de las desgracias del mundo moderno es el abandono de los pueblos y del uso de la tierra. Según nos contó Rafael, unos cuantos amigos de Navaluenga, hartos de ver cómo las tierras que habían dado de comer a sus antepasados caían en desuso o se vendían al mejor postor, decidieron volver a darles vida. Apoyando a los pocos y mayores viticultores que quedaban por la zona, empezaron a producir vino a partir de las uvas que les compraban directamente a ellos. Con el tiempo, el proyecto ha ido creciendo. Podemos dar fe de que el vino está buenísimo (nos trajimos 3 botellas de 7 Navas Roble y 7 Navas Selección), así que ¡os deseamos toda la suerte del mundo con la bodega!

Debidamente hidratados, había que seguir conociendo la gastronomía, así que nos fuimos al Ayuntamiento. Allí nos esperaban unas judías que llevaban haciéndose desde las 7 de la tarde por Ismael (@RtecafeLaSede) y el cochinillo (@N_CookedGourmet) preparado con mucho amor por Sonsoles (@sonsoles_ph).

Hubo tiempo también para el dulce, con las famosas yemas de Santa Teresa…

…y, como no podía ser de otra manera, para seguir hidratándonos. Esta vez gracias a ‘Viña de Ayer’, de la D.O.P. Cebreros (@VinosdeCebreros).

El Museo de la Naturaleza del Valle del Alberche y el Museo Adolfo Suárez.

Repuestas las fuerzas y hecha la digestión (necesitamos toda una noche), llegó el domingo. Este día estaba reservado a dos museos muy importantes que hay en la región. El primero de ellos es el Museo de la Naturaleza del Valle del Alberche (@MUSEONATURALEZA) en El Barraco. Cuenta con 4 salas, todas ellas muy cuidades y que presentan una muestra de la fauna y flora de la región en los diferentes ámbitos. Recomiendo hacer la visita guiada en la que Fernando te transmite con pasión la vida en el Valle del Alberche, que es mucho más abundante de lo que podíamos pensar.

Ya para terminar, visitamos también el Museo Adolfo Suárez (@MuseoTransición) en Cebreros, de donde era natural Adolfo Suárez. Este museo está centrado en la figura de este personaje y, como no podía ser de otra manera, también en el periodo de la Transición. Podrás alabar más o menos la figura de Adolfo Suárez, pero aún así, es un museo que vale la pena visitar para recordar que hubo un tiempo en el que los políticos aún sabían dialogar y llegar a acuerdos en pro del pueblo y no de sus propios bolsillos.

Me había olvidado de nombrar algo que hace que la #TuitQuedadaMicológica, siga siendo un éxito año tras año: la gente. Gracias a este encuentro pude desvirtualizar a muchos blogueros de viaje que conocía a través de las redes, reencontrarme con otros y conocer a otros tantos nuevos. ¡Fue genial coincidir con tan buena gente!

Después de esto solo puedo decir, ¡nos vemos en la próxima #TuitQuedadMicológica! =)

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