¿Ibiza? ¿Y en agosto?- exclamaba la gente sorprendida cada vez que les decía que me iba 5 días a Ibiza en agosto. Añadía unos cuantos signos de exclamación incluir que mi mayor ambición era pasarme el día tirada en alguna cala tranquila. ¡Eso es imposible! – decían unos. ¡Estará todo llenísimo de gente! – auguraban otros. Y de todas las cosas que decían, la primera que pudimos comprobar fue que…
IBIZA ES CARA
Es más, es muy cara. Nada más aterrizar, Ibiza nos dio la primera bienvenida en forma de 200 € extras en el alquiler del coche. “¡Bienvenidos a Ibiza!” – se despidió con una sonrisa el chico que nos gestionó el alquiler, dándonos a entender que esto no había hecho más que empezar. 400 € por alquilar un coche 5 días (nos devolverían 89 € si a la vuelta lo devolvíamos con el depósito lleno); 150 €/persona en el apartamento, y casi 50 €/persona por llevarnos el coche a Formentera. Aún no habíamos empezado a disfrutar de Ibiza, pero parece que Ibiza sí que había empezado a disfrutar de nosotras. Concretamente, llevábamos gastados 400 €/persona en ella (vuelo incluído) y empezábamos a dudar si merecía tanto la pena y no podríamos haber escapado a otra isla más exótica por el mismo precio.
Así que, con el miedo en el cuerpo, pusimos rumbo a Sant Antoni de Portmany, donde nos esperaba nuestro apartamento. Lo primero que hicimos nada más llegar fue localizar el supermercado para poder organizar todas las comidas/cenas y cervezas que íbamos a necesitar durante nuestra estancia en Ibiza. Y ahí fue donde comprobamos la segunda verdad que tanto nos habían dicho con anterioridad:
ALGUNOS PRODUCTOS DEL SUPERMERCADO SON MÁS CAROS EN IBIZA
Y entre ellos el alcohol, por supuesto. No es que sea excesivamente más caro, pero la diferencia se nota.
Sant Antoni de Portmany
Sant Antoni de Portmany es la segunda ciudad más grande de Ibiza, despúes de la propia Ibiza o Eivissa (como leerás en la mayoría de los carteles). Se encuentra en la costa oeste de la isla, a tan solo 20 minutos del aeropuerto. Decidimos coger el apartamento aquí porque, en el momento que empezamos a buscar alojamiento, este era de los pocos que quedaban libres y que entraban dentro de nuestro presupuesto (30 €/noche). Y no es que nos durmiéramos en los laureles, sino que la gente planea su estancia en Ibiza con mucha (muchísima) antelación. Empezamos a mirarlo en mayo, 3 meses antes de viajar. Se trataba de un apartamento modesto, no muy cerca de la playa, pero que tenía lo básico para que pudiéramos cocinar y dormir, ¿qué más se puede pedir?
¿Os habéis cogido el apartamento Sant Antoni? ¡Pffff, id preparadas porque eso es guirilandia! – también nos decía toda esa gente experta a la que, pesándolo bien, podríamos haber pedido ayuda antes de organizar el viaje. Y esa frase pensábamos que era un mito hasta que una noche, intentando encontrar un local con música ‘decente’ y que tuviera gente dentro (encontramos muchos por el paseo marítimo, pero estaban vacíos), llegamos a la Calle Santa Agnés o, lo que es lo mismo, guirilandia. Perdón, GUIRILANDIA, con mayúsculas y ese rojo guiri tan característico provocado por el exceso de sol o de sangría. Por el ambiente que había en la calle, más bien parecía haber sido provocado por diferentes variantes del segundo.
Pues bien, GUIRILANDIA es simplemente una calle, cuesta arriba si llegas desde el paseo marítimo, llena, llenísima de pubs. Hasta el punto de contabilizar 5 pubs irlandeses (y 15 de otro tipo) en ella. La mayoría de los camareros que nos encontramos en los pubs no hablaban castellano, solo inglés. Los precios eran caros: 4 € por un chupito que juraría que habían rellenado con alcohol de farmacia. El alcohol era malo y los guiris iban doblados, con esas borracheras tan características de esas personas que solo son capaces de entablar una conversación contigo cuando llevan tanto alcohol en el cuerpo que están a punto de volcar (o de convertirse en una antorcha humana si alguien les acerca un mechero). Conocí tantos de esos cuando viví en Finlandia… ¡qué recuerdos!
En fin, no tiene pinta de ser la mejor zona que puedes encontrar para disfrutar de la fiesta. Fue con esto con lo que llegamos a nuestra tercera verdad, salir por Sant Antoni era tal y como nos habían dicho:
SANT ANTONI EN AGOSTO ES GUIRILANDIA
Aún así, llamaba bastante la atención lo vacío que estaba todo en general, excepto por esa calle. Es cierto que podríamos haber hecho lo que todo el mundo hace en Ibiza: visitar las macrodiscotecas. Sin embargo, son caras (muy caras) y no soy yo mucho de macrodiscotecas ni de esa música. Quizá si dentro pusieran rock, la cosa sería diferente y este post se habría titulado “5 días en Ibiza: 5 macrodiscotecas que no debes dejar de visitar”.
IBIZA/EIVISSA
Después de Sant Antoni, todavía nos quedaba otra ciudad más por visitar: Ibiza. Nuestra organización hizo que apenas pudiéramos estar una tarde y una noche en ella. Nos dedicamos a callejear por las calles del centro. Es una zona de casas blancas y calles estrechas muy bonitas. También están llenas de tiendas, para que compres souvenirs para llevarte un recuerdo físico de la isla, además del sentimental.
Ese día cenamos en Barba Rossa Ibiza, conocido por sus burgers. Se trata de un bar, ambientado en la Ruta 66, por lo que el decorado y todo lo demás no deja de transportarte a Estados Unidos. Lo mejor con diferencia fueron sus burgers, y los hay de todos los precios, desde los clásicos de 8 € hasta los especiales que pueden llegar a los 18 €. ¡Muy ricos! Además, todos los jueves hacen conciertos en el local. Nosotras sin embargo cenamos allí el sábado, por lo que no puedo decirte cómo son esos conciertos. Si quieres saber más, sigue el hashtag #juernesbarbarossa de twitter.
Y luego, descubrimos uno de los mejores lugares en los que he estado para escuchar jazz en directo: el Teatro Pereyra. Abierto todos los días de 19.00 a 4.00, con conciertos diarios. Aviso a navegantes: es un lugar caro, muy caro. No te cobran la entrada, pero te obligan amablemente a tomar una consumición. Las cervezas rondan los 8 € el tercio, y los cubatas, mojitos y demás están en 15 €. Pero bueno, vale mucho la pena.
Con este lugar llegamos a última verdad de Ibiza:
EL TEATRO PEREYRA TE VA A ENCANTAR, AUNQUE SEA CARO.
En el próximo post, dejaré ya de hablar de ciudades e iré a lo importante, ¡las calas en Ibiza! ¿Adivinas de cuáles voy a hablar? ¿Te vienes?
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2 thoughts on “4 verdades de Ibiza en agosto”