¡Hola! Perdón otra vez por el abandono. Dicen que cuando tienes un blog y quieres hacerlo bien, una de las cosas más importantes que debes mantener es la constancia en las publicaciones, yo acabo de matarla. ¡Casi 2 meses sin escribir nada! Podría ser peor, pero bueno, parece que ya estoy de vuelta con la tesis terminada y muchos posts retrasados por escribir.
El otro día hice un viaje exprés, un viaje que apenas duró unas horas pero que me descubrió un mundo nuevo. Me fui a Ikea por segunda vez en mi vida. Solo dos horas dentro de sus instalaciones me hicieron darme cuenta de muchas necesidades que no sabía que tenía.
Entramos a por una cortina que sí que nos hacía falta, y salimos con 15 cosas más que no sabíamos que necesitábamos, pero Ikea se encargó de recordárnoslo (muchas gracias Ikea, no sé qué haría sin esas necesidades no necesarias). Al salir, una vez recorrido todo el camino entre despachos, cocinas, baños y habitaciones, con el carro lleno, llegamos al corazón de la gran empresa, sus almacenes. Y no pude evitar sacarles una foto.
Un corazón que a mí se me antojó frío, demasiado grande y sobre todo vacío, muy vacío, a pesar de todas sus estanterías llenas. Me pareció que esta imagen refleja muy bien el mundo en que vivimos. Vivimos rodeados de necesidades ficticias, y cuantas más satisfacemos otras nuevas van apareciendo (las necesidades son infinitas, como el pasillo de la foto) y, a pesar de todo, nunca conseguimos saciarnos (por eso el carro está vacío).
Y mientras salíamos, al dejar atrás muchas necesidades aún por nacer, no podía dejar de pensar en ese poema de Eduardo Galeano sobre El Sistema:
Los funcionarios no funcionan.
Los políticos hablan pero no dicen. Los votantes votan pero no eligen. Los medios de información desinforman. Los centros de enseñanza enseñan a ignorar. Los jueces condenan a las víctimas. Los militares están en guerra contra sus compatriotas. Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos. Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan. Es más libre el dinero que la gente. La gente está al servicio de las cosas.
La gente está al servicio de las cosas… ¡Ay, qué gran verdad! Es una pena que, por mucho que los adore, Eduardo Galeano y sus escritos nunca pasen de moda…
¿Tú también te has perdido por Ikea? ¿Qué necesidades te descubrió que no tenías cubiertas? ¿Caíste en ellas o conseguiste escapar únicamente con lo que querías comprar inicialmente?
¡Hasta la próxima y gracias por visitar este rincón!
“Hay que buscar la belleza de lo simple, y distinguir lo simple de la simpleza”. Para viajar no siempre es necesario desplazarse de un lugar a otro. A veces, uno puede viajar sin moverse de su casa, con un buen libro o una película. Pero existe además otra forma de viajar: la magia.
Quería escribir una entrada de mi viaje a Corea del Sur de este verano, pero con el frío que está haciendo últimamente no consigo inspirarme en el verano, así que he decidido cambiar el destino. Abróchense los cinturones, amigos, porque hoy viajamos desde el sofá a Suiza, y nos vamos a uno de los lugares que más me impresionó durante el tiempo que estuve viviendo allí. No sé si fue el frío, la nieve, o que en ese momento no paraba de leer ‘Juego de Tronos’ y vivía obsesionada con los Stark, el caso es que Château Chillon me cautivó.
¿Nunca habéis soñado con hacer la maleta sin destino fijo, ir al aeropuerto y coger el vuelo inmediato más barato que podáis encontrar? Eso es lo que me pasó a mí hará ya un poco más de dos años. Estaba en un momento de mi vida en el que necesitaba cambiar de aires, hacer alguna locura, y se me ocurrió esa. Así que me preparé una mochila con un poco de todo, por si hacía mucho frío, por si hacía mucho calor y al aeropuerto que me fui. Quiso la suerte que el vuelo más barato que encontrara fuera para Estambul (Turquía), donde además tenía una amiga de Erasmus, así que compré el billete y allí que me senté a esperar a que saliera el vuelo =D
Últimamente estoy descubriendo un nuevo mundo con esto de las dinámicas creativas. Viajando por Internet me he encontrado por casualidad con este reto fotográfico de Miss Lavanda llamado De la A a la Z y me ha encantado. Así que he decidido participar en el de este mes, que toca la letra I, y con esta letra lo que yo he fotografiado es, en invierno… ¡un Iglú!
Con este post inauguro una nueva sección en el blog, la de Blogger Traveller. Esto es una iniciativa de Mi Dulce de Melocotónque consiste en que cada uno enseñe todo lo que haya en su ciudad relacionado con una palabra que se propone y cambia mes a mes. Yo me estreno en el reto con la palabra BLANCO y mi ciudad, que es Valencia.
Hace tiempo escribí un post sobre Suomenlinna, patrimonio mundial de la UNESO. Si has llegado hasta él seguramente sea porque vas a viajar a Helsinki, así que este post también te resultará interesante para saber qué visitar. Mi visita a Helsinki fue prácticamente por obligación, porque tenía que trabajar allí durante un tiempo, pero no era una de esas ciudades que entrara en mi lista de ‘Ciudades que visitar antes de los 30’. Sin embargo, una vez allí te das cuenta de que bien vale la pena pasar unos días en ella antes que seguir viajando a otros lugares.
Soy adicta a las listas, lo reconozco. Me encanta apuntarme todas las cosas que he de hacer cada día, aunque solo sea por el placer de poder tacharlas una a una. Para todos los aficionados a hacernos listas llega un momento que estas están tan emborronadas o se han hecho tan largas, que lo mejor acaba siendo empezar una nueva para reorganizar las ideas, y está bien que esto pase también con la vida: Año nuevo, lista nueva.
Uno de los lugares imprescindibles para todo aquel que viaja a Helsinki es la fortaleza de Suomenlinna, declarada patrimonio mundial de la UNESCO. Como comentábamos en un post anterior, Finlandia ha sido siempre zona de discordia entre Suecia y Rusia, que han mantenido guerras por hacerse con estas tierras. Suomenlinna, no podía ser menos y a lo largo de su historia ha sufrido ocupación sueca (1748-1808), rusa (1808-1918) y, por fin, finlandesa. Suomenlinna es el nombre finés que recibe esta fortaleza y que viene a significar ‘castillo finés’, aunque si intentas ir desde Suecia tal vez debas referirte a ella como Sveaborg, que significa ‘castillo sueco’.